Para practicar el windsurf se necesita del viento y las olas. Quienes lo practican, saben que en México, en Baja California Sur, puede encontrar ambos.
En el Mar de Cortés, se puede sentir el poder de la velocidad. Todos los años durante el invierno, desde finales de noviembre hasta mediados de febrero, soplan los fuertes Nortes en esta zona del país, por lo que en esa época muchos mexicanos y extranjeros se dan cita en Cabo Este, en Baja California Sur, para disfrutar de este deporte náutico.
Cuando el mar está como espejo con borregos (así se le llama a la espuma que levanta el viento en el agua) es una muy buena señal de que el viento está fuerte y constante. Cuando está muy revuelto con altas olas y burros (olas enormes que se hacen mar adentro), algunos expertos ejecutan maniobras como saltar hasta 5 m y darloops (giros de 360° en el aire), con vientos de 30 nudos alcanzando velocidades aproximadas a 72 km por hora.
Los factores que hacen de Baja California Sur un lugar ideal para el windsurf son sus hermosas playas, que el agua no es muy fría -aunque deba usarse traje de neopreno- y los constantes ciclos del viento, unos más intensos que otros; sin embargo, garantizan que todos los días se pueda practicar este deporte.
Los ciclos del viento van cambiando conforme transcurre el día, en la mañana hay viento son shore, (hacia tierra), que van de 18 a 25 nudos y después mueren durante unas horas, pero en la tarde regresan con mucha fuerza aumentando de 25 a 30 nudos y su dirección esside shore (paralelos a la playa).
Año con año las playas de Baja California Sur se llenan de cazadores del viento, quienes acampan en la costa, en las playas, en lo alto de acantilados, en los trailer parks y en los clubes y hoteles que se encuentran en los poblados de Buena Vista, Las Barriles y la Ribera.