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La mayor parte de las colonias populares de Iztapalapa fueron fundadas en la segunda mitad del siglo XX. Estos asentamientos fueron formados por inmigrantes provenientes de otros estados de la república. Y llegaban a estos lugares debido a que el valor de los terrenos era sumamente bajo, comparado con otras zonas del Distrito Federal. El pequeño inconveniente de venirse a radicar al oriente era que…
…el transporte era muy malo,
…no había servicios públicos,
…no había trabajo…
…y por si fuera poco, corrían el riesgo de ser defraudados por los propietarios (reales o fingidos) de las tierras. Fueron muchos los fraudes que se cometieron, como el de Arcipreste en San Juan, o el de los Valencia en San Lorenzo, así como la expropiación, a precio de risa a los ejidataros de Iztapalapa de Cuitláhuac, de los terrenos donde se construyó la Central de Abastos.

Los campesinos no veían con muy buenos ojos la llegada de los avecindados, porque se robaban (dicen) los productos cultivados. Los campesinos sembraban y los recién llegados se lo comían todo: calabazas, frijoles, elotes…

Los ejidatarios de Santa Cruz Meyehualco llegaron a emplear armas para defenderse de los colonos de La Comuna (que hoy se llama colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, y que fue fundada por un grupo hermano de los fundadores del Pedregal de Santo Domingo), pero no puedieron con ellos, así que tuvieron que abandonar la agricultura, que, por otro lado, ya no dejaba para comer y vivir decentemente. Y esto siguió pasando hasta que los últimos terrenos fueron fraccionados o vendidos a inmoviliarias para emplearlos en la construcción de unidades habitacionales.

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