El Bosque de Chapultepec fue sede de importantes eventos de la historia de México, ahí residieron desde reyes aztecas, virreyes y algunos presidentes de México. Hasta que Don Lázaro Cárdenas decidió mudar la residencia presidencial a Los Pinos, desde donde sigue despachando el presidente.

Castillo


Antecedentes

Es un cerro de formación geológica muy antigua, de origen volcánico, que sirvió de asentamiento a numerosos pueblos desde los teotihuacanos hasta los mexicas. Estos últimos, según su historia de la peregrinación, después de salvar numerosos episodios contra los señores de Azcapotzalco, lograron fundar la ciudad de Tenochtitlan en el año 2 casa (1325 d. C.).

Fue durante el reinado de Moctezuma I Ilhuicamina (1440-1469 d.C.) cuando se mandó construir el acueducto para conducir el agua desde Chapultepec hasta México-Tenochtitlan. El responsable de la gigantesca obra hidráulica fue Nezahualcóyotl, señor de Texcoco, quien al no cobrar por su trabajo obtuvo como premio el permiso de habitar en Chapultepec. Es justo a él, que se atribuye la siembra y el cuidado de los más viejos ahuehuetes (ciprés mexicano).

Con la llegada de Hernán Cortés a México se dispuso la tala de los árboles cercanos a los manantiales para que no contaminaran con sus hojas el agua de las albercas de Chapultepec. Con estas medidas el bosque comenzó a perder porciones de su espeso follaje.

CastillodeChapultepec

El Castillo de Chapultepec

Durante el periodo virreinal, Chapultepec fue apreciado como un lugar de descanso y esparcimiento, para lo cual se construyó, en la base del cerro, sobre los cimientos de lo que fuera residencia de Moctezuma II Xocoyotzin, un palacio que dio albergue a numerosos virreyes y visitantes distinguidos durante más de dos siglos.

Sin embargo, la explosión de un polvorín a mediados del siglo XVIII, que causó serios destrozos en el edificio, llevó a tomar la decisión de que el nuevo palacio se construyera en la cima del cerro, justo en el lugar que ocupaba una antigua ermita dedicada al arcángel San Miguel.

Los trabajos se iniciaron el 16 de agosto de 1785, sin embargo se suscitaron varios hechos que frenaron el proyecto, incluso intentaron vender sin éxito la obra a medias, hasta que el Ayuntamiento de la Ciudad de México lo adquirió en 1806.

Gracias a ello el bosque y palacio se salvaron, casi de milagro, de pertenecer a un particular. Durante la guerra de Independencia (1810 a 1821), el edificio estuvo abandonado y así continuó hasta 1833 en que se decretó que fuera sede del Colegio Militar. Entonces se le comenzó a conocer como “Castillo”, aunque no fue sino hasta 1844 que el edificio comenzó a funcionar como Colegio.

Cuando el emperador Maximiliano y su esposa, Carlota llegaron a gobernar el país y decidieron establecer allí su residencia imperial. Para lograr su propósito convocaron a varios arquitectos austriacos, franceses, belgas y mexicanos quienes realizaron numerosos proyectos arquitectónicos con el fin de hacer habitable ese hermoso espacio. El Castillo se amuebló y decoró con una completa importación de Europa. A la caída del imperio en 1867, el edificio quedó en el abandono hasta 1872.

Casi 10 años después (1876) se decretó establecer en Chapultepec el Observatorio astronómico, Meteorológico y Magnético, y sólo funcionó hasta 1883. Pues se decidió el regreso del Colegio Militar y la adaptación del edificio como residencia presidencial.

A lo largo del mandato del general Porfirio Díaz, el Castillo y el Alcázar alcanzarían su mayor esplendor. Luego lo habitarían varios presidentes emanados de la Revolución Mexicana: Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y por último Abelardo Rodríguez.

El 3 de febrero de 1939, el presidente de la República, general Lázaro Cárdenas, señaló como parte del patrimonio nacional al Castillo de Chapultepec para que en él se instalase el Museo Nacional de Historia con todas las valiosas colecciones del Departamento de Historia del antiguo Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía.

El Museo Nacional de Historia se inauguró en el Castillo el 27 de septiembre de 1944.

Chapultepec procede del idioma náhuatl chapul (in) –saltamontes– y tepe (tl) –cerro o montaña–: en el cerro del chapulín.

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