El papel amate se elabora a partir de la corteza del árbol de Janote. Con este papel se elaboran figuras recortadas que se utilizan en ceremonias tradicionales. Son muñequitos mágicos, a los que se le atribuye representar a espíritus buenos o malos. Este uso del papel amate no es con fines artíscos, a diferencia la copia que hoy se hace con “papel de china”. Con este papel se hace lo mismo, formar figuras o incluso palabras, recortando el papel. Se utilizan distintos colores, según el festejo, religioso o patriótico.

Las pinturas hechas sobre el papel amate han cobrado fama mundial. Su aspecto llama tanto la atención, que además de las pinturas se elaboran varios artículos, como separadores de libros, pastas para cuadernos, invitaciones de boda, etc.

Hablando del cartón en el arte popular, el secreto está en que se echa mano de una estructura o “alma”, hecha con alambre o madera se recubre con cartón y engrudo, preparado con harina de trigo y agua. El cartón suele provenir de desecho de papel. Al final es decorada con anilinas de colores muy llamativos.

Para el Día de Muertos, el primero de noviembre, se realizan en cartón sátiras de músicos, bailarines, panaderos, obreros, campesinos y la «Catrina»: un esqueleto vestido elegantemente, representando a la mujer de alta sociedad, personaje creado por José Guadalupe Posada, grabador mexicano que se destacó durante el porfiriato por sus ilustraciones alusivas y críticas lanzadas a la sociedad durante los movimientos armados de la Revolución Mexicana.

La cartonería también es empleada para las celebraciones religiosas. Por ejemplo, “los Judas” que son esculturas que se queman en el Sábado de Gloria, representando al Apostol que traicionó a Jesús.

Al igual que “los judas” se fabrican otras esculturas pero ahora de enorme cabeza y cuerpo pequeño, las que se hacen bailar en algunas festividades. Se les llama mojigangas.

Del mismo tipo de fabricación están las muñequitas de cartón muy populares en el Norte del Estado de Guanajuato. A pesar de su sencilla procedencia, estas muñecas cuentan con brazos y piernas articulados, lo que las hace atractivas a niños que las descubren.

Y, los no menos famosos, los alebrijes, que son figuras imaginarias con elementos de realidad: calaveras con alas, serpientes con cabeza de diablos y dragones con pico de gallo.

«Amate», viene de la lengua Náhuatl , «Amatl” y significa “hoja de árbol”.